Alteraciones del Lenguaje y Comunicación en adultos con Traumatismos Craneoencefálicos (TCE)

TAC (Tomografía Axial Computarizada)

Epidemiológicamente, se afirma que los Traumatismos Craneoencefálicos (TCE) son uno de los trastornos neurológicos más graves que afectan a más de 57 millones de pacientes anualmente en todo el mundo y es una de las causas más comunes de morbilidad y mortalidad en adultos jóvenes menores de 45 años de edad. (Reiset, 2015). Sólo este hecho justifica que el estudio y tratamiento de las personas con lesiones cerebrales traumáticas se haya convertido en los últimos años en una de las principales preocupaciones en la actualidad.

El Trauma Craneoencefálico (TCE) se define según la medicina legal, como aquella energía o fuerza externa que actúa sobre la cabeza con el consiguiente advenimiento de lesiones anatómicas (traumatismo) y alteraciones funcionales. Además de esto, podemos observar lesiones intracerebrales (lesiones internas) como consecuencia de la energía dicha anteriormente. La lesión cerebral de origen traumático se define como el resultado de la aplicación de esas fuerzas que alteran las funciones cerebrales y produce alteraciones mentales de forma transitoria o permanente. (Pacheco et al; 2015).

Desde la perspectiva clínica, resulta útil distinguir los TCE abiertos que provocan alteraciones neuropsicológicas focales de los TCE cerrados, que suelen conllevar un daño cerebral más difuso. Las lesiones cerradas son las más frecuentes y producen dos tipo de alteraciones que nos ayudan a comprender el tipo de déficit cognitivo y lingüístico que presentan estos pacientes; los cuales son:

  1. Alteraciones en las zonas corticales lesionadas, por un golpe inicial o la contusión de contragolpe. Este tipo de lesiones aparecen en las áreas anteriores y basales de los lóbulos frontales y temporales.
  2. Alteraciones debidas a lesiones microscópicas generalizadas por el cerebro, por la aceleración/desaceleración de las estructuras del encéfalo en el momento del impacto, afectando a múltiples zonas de la sustancia blanca cerebral en ambos hemisferios, el cuerpo calloso, región periventricular y tronco del encéfalo. (Puyuelo, 2003).

En este tipo de dificultades presentes en nuestros pacientes, aunque los cambios físicos sean los más evidentes, las secuelas cognitivas y conductuales son más frecuentes, persisten en un período más prolongado y afectan no sólo a la persona sino a las relaciones familiares, sociales, integración ocupacional y laboral. Los problemas de lenguaje y comunicación ocupan un lugar destacado. Algunos problemas a valorar en este artículo corresponden a los problemas motores relacionados con la voz y la articulación, dificultades en la producción oral, expresar ideas, comprender instrucciones complejas y mantener un tema de conversación, la mímica facial, el contacto visual, entre otros.

Algunas consideraciones patológicas que debemos tomar en cuenta para el abordaje en la detección, evaluación, diagnóstico e intervención de los pacientes con TCE, se deben tomar en cuenta las alteraciones lingüísticas, neuropsicológicas, habilidades lingüísticas y comunicativas, y la integración social y laboral de los pacientes. Dentro de las patologías tenemos los Trastornos de la Deglución (Disfagia), resultado de una manifestación sensoriomotora que afecta las etapas de la misma. También se presentan alteraciones de la voz, como la Disfonía, por alteraciones en los pliegues vocales que van a afectar las cualidades de la voz como el tono, intensidad, duración y timbre, además de causas de origen neurológico (SNC, SNP) o de origen mecánico (traumatismo laríngeo). (Puyuelo, 2003).

Se producen lesiones en el Sistema Nervioso Central SNC localizadas en los centros encefálicos, tractos corticobulbares, pedúnculos cerebrales, tronco cerebral bulbo, ganglios basales, cuerpo estriado o en todas estas localizaciones (Gamboa y Vega, 1996). Las lesiones en el Sistema Nervioso Periférico SNP se producen a lo largo del Nervio Vago (X par craneal) hasta la inervación de la laringe. Además se pueden dañar otros pares craneales como el Hipogloso o el Glosofaríngeo.

Otra patología presente en el TCE es la Disartria, que es una alteración de origen neurológico que puede responder a una lesión en el Sistema Nervioso Central SNC o Periférico SNP o en ambos, que se manifiesta en forma de trastorno de tono, paresias, incoordinación muscular o parálisis que van a dar lugar a dificultades en el control muscular de los órganos de la respiración, fonación, articulación y prosodia. Podemos también encontrar la Dispraxia o Apraxia en donde la segunda se define como la incapacidad para llevar a cabo actos voluntarios aprendidos, sin que esta dificultad pueda explicarse por una alteración de la enervación muscular, de inadecuada coordinación sensoriomotora, y con posibilidad de ejecutar acciones complejas sin control volitivo o automático. Cuando las dificultades no son tan acusadas como para impedir el habla este tipo de alteración recibe el nombre de Dispraxia.

Además, nuestros pacientes refieren presentar alteraciones en la expresión, comprensión, lectura, escritura, análisis del discurso (pragmática), prosodia, entre otros.

Como siempre me gusta agregar en cada blog, la prevención, detección, evaluación y diagnóstico oportuno en nuestros pacientes y el conocimiento de todo el abordaje terapéutico nos llevará a una adecuada intervención terapéutica de los trastornos y patologías presentes en la población tratante, esto con el fin de realizar un adecuado abordaje y manejo de los pacientes, tanto en el ámbito personal como familiar y laboral.

Espero este tema sea de gran interés para ustedes.

Muchas gracias.

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